SALUDA DEL HERMANO MAYOR CALIFORNIO


Un año más nos encontramos en Cuaresma, umbral de nuestra Semana Santa, tiempo que nos invita a vivir más intensamente imbuidos del espíritu cofrade; momento que aprovecho, queridos hermanos de la Agrupación de Soldados Romanos, para dirigirme, como en anteriores ocasiones, como Hermano Mayor de nuestra Cofradía y primer servidor de la misma, a través de vuestra revista “HAZ DE LICTORES”.
Como cada año, vivimos este tiempo de preparación de la Semana Grande de Cartagena, de un modo especial, con ese ir y venir de tantos hermanos desde nuestra sede cofrade hasta los almacenes de Villas Pilatos o Villa Samaritana y en particular vosotros en vuestro local del callejón de Estereros, con la finalidad de tener todos los utensilios -hachotes, vestuarios y tronos- preparados para que nuestros desfiles se desarrollen con la elegancia y excelencia que los caracterizan, si bien, intentado, como cada año, mejorar en arte y brillantez. Qué gran y singular experiencia desfilar por las calles de nuestra patria chica para que propios y foráneos puedan disfrutar del rico patrimonio cultural, social y religioso del pueblo de Cartagena, siendo consciente los cofrades de tener el privilegio de disfrutar, pero también la responsabilidad y el compromiso de mostrar, custodiar, conservar y, dentro de lo posible, mejorar dicho patrimonio para que puedan gozar y mostrar, también, las nuevas generaciones de cartageneros.
Ahora bien, no debemos perder, en ningún momento, que nuestro norte y fin primordial no es nuestra fama, sino dar testimonio de Cristo Jesús en todo momento, poniendo de manifiesto, mediante una catequesis plástica, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, promoviendo y fomentando, como señalan nuestras propias normas estatutarias, “el culto público a la Pasión del Señor, significada en la sagrada imagen de nuestro titular Jesús Prendido y en la Santísima Virgen del Primer Dolor, recordando a los hermanos cofrades y al pueblo cristiano el gran beneficio de la Redención y la necesidad de una conversión manifestada en la reforma de la propia vida y en la entrega y servicio a los demás”. Como nos recuerda nuestro Pastor Diocesano: “Las imágenes, que procesionamos … nos hacen encontrarnos cara a cara con el Señor, pero sobre todo, nos recuerdan la importancia de vivir en el amor, especialmente cuando vemos la Cruz de Nuestro Señor”.
Que este tiempo de Cuaresma y Semana Santa sean también, tiempo de traer a la memoria el recuerdo y nuestra sincera gratitud a tantos y tantos hermanos californios que, desde la fundación de la Cofradía en 1747, nos han precedido, pues gracias a su sacrificio, esfuerzo y desvelo han hecho posible que la Cofradía encarnada sea la realidad que hoy vivimos, sintiendo, con sano orgullo, la satisfacción de mostrar a todos los que comparten y contemplan nuestras procesiones el excelente patrimonio acumulado a lo largo de casi tres siglos de existencia.
Hermanos de los Soldados Romanos, os animo, una vez más, a que continuéis trabajando por vuestra querida Agrupación, conscientes de que con vuestro trabajo contribuís al engrandecimiento de la Hermandad encarnada. Por último, deseo, reiteraros mi sincero agradecimiento por darme, un año más, la oportunidad de acercarme a vosotros a través de esta publicación. Con el corazón puesto en el Cristo del Prendimiento, que tenéis el privilegio de escoltar la noche de Miércoles Santo, os invito a que meditemos e interioricemos las palabras que, D. José Manuel Lorca Planes, recoge en su Carta Pastoral para el curso 2018- 2019, donde nos pone de manifiesto, que: … “Nuestra confianza tiene que estar cimentada siempre en el Señor…” exhortándonos a que “durante este año nos dediquemos a edificar nuestro ser en el cimiento de Cristo, para aprender de Él mismo… a amar de verdad, entregando la vida a los demás, sirviendo en la caridad y dándoles a conocer la alegría del don de Dios en la santidad”
Recibid un cordial y fraternal abrazo.
Juan Carlos de la Cerra Martínez
Hermano Mayor de la Cofradía