AGRUPACIÓN DE SOLDADOS ROMANOS

Este año afrontamos una Semana Santa trepidante, ya que es el 275 aniversario de la Cofradía California y, en consecuencia, la conmemoración de su primera salida a las calles. Nuestro Padre Jesús en el Doloroso Paso del Prendimiento, la Virgen del Primer Dolor y los Soldados Romanos, desfilarán por las calles de Cartagena el próximo lunes de Pascua.

El 2023 nos brinda una oportunidad de lucimiento a la cofradía y a la Agrupación en particular, por celebrar también el 25 aniversario de nuestro queridísimo tercio infantil, cantera indispensable para nuestra agrupación. Por ende, el compromiso de todos los que formamos esta, debe de ser total.

Nuestro amado Jesús de Nazaret nos envió un mensaje de unidad y amor, todo ello fraguado con, perseverancia, oficiosidad y templanza, siendo sus grandes dotes la empatía y el perdón al prójimo. Trabajando estos valores, haremos llegar a todos, la esencia de su obra. Obra que, al materializarla, hará más accesible a todos, el sufrido a la par que satisfactorio mundo interior que tiene nuestra Semana Santa, trabajo, tensión, meticulosidad, compromiso, nervios… Así muchas más personas podrían ser partícipes de ese especial sentimiento.

Al término de la Navidad, el corazón del cofrade late de otra manera. Su visión percibe rincones, los cuales durante el año han sido irrelevantes. Pasea por el casco histórico con la sensación en los oídos del repicar de los tambores; su olfato se agudiza y en un sueño despierto se vienen matices de cera derretida, incienso y pétalos de rosa. La sonrisa se tatúa imperturbable un su rostro y le brillan los ojos, al decirse así mismo “comienzan los ensayos”.

Los destinados a capirotes comienzan a andar inconscientemente siguiendo un tambor imaginario muy lentamente, y los destinados a romanos y granaderos, comienzan a bailar cuando se encuentran a alguien por la calle o arengan a los niños a imitar el paso y se unen a ellos para paliar semejante excitación.

Estas son las sensaciones que inspiran al cofrade. La tensión del ensayo; los preparativos de todo lo necesario en el poco tiempo altruistamente repartido, por personas volcadas en sus agrupaciones; las típicas tertulias post-laboris que tantas anécdotas, risas y nostalgias generan, el mirar a los ojos a tu hermano cofrade y con una sonrisa decirle “menudo tute nos hemos pegao”.

Estas son las sensaciones que inspiran a los cofrades. La vestimenta de última hora con la que, al mirarse al espejo una y otra vez, finalmente queda perfecta y ves la imagen de la satisfacción. Tú eres el dueño de tu desfile, responsable de tu seriedad y templanza para la marcialidad del mismo, el cual un fallo provoca el de todo el tercio. Esa sensación en la iglesia de querer salir corriendo y la inspiración y seguridad en las palabras del hermano que te dio los ensayos, dándote ánimos al ritmo de la música de la agrupación anterior a la tuya. Esta, ya sale por completo por el dintel de Santa María y parece que el corazón se te sale del pecho y, en ese momento, el cabo escuadra levanta su lictor para indicar la salida, lanza una mirada seria pero cómplice a todo su grupo diciendo “confió en vosotros” y baja el lictor súbitamente y un estruendo de tambores inundan la nave central. Comienza el baile, comienza mi Semana Santa.

Presidente de la Agrupación de Soldados Romanos